Christine de Pizan, la primera escritora profesional de la historia

Christine de Pizan, la primera escritora profesional de la historia

Christine de Pizan fue una mujer veneciana nacida en 1364, aunque pasó la mayoría de su vida en Francia. Su padre, un médico llamado Tomasso de Pizzano, se preocupó por que su educación fuera la mejor posible, incluyendo varios idiomas, historia y filosofía. Se casó muy joven, con 15 años, y tuvo pronto tres hijos. Tan pronto como enviudó. Su padre también falleció, así que se vio más o menos sola y con tres niños pequeños a su cargo, además de su madre. Tenía entonces 25 años. Esa situación hizo a Christine de Pizan la primera escritora profesional de la historia.

Ante la falta de otras opciones que le atrajeran, Christine se abrió camino de una forma muy poco habitual para una dama en aquellos tiempos, escribiendo. En realidad llevaba dándole a la pluma desde muy joven, pero la situación la llevó a convertirse en escritora. Tanto es así, que se la considera la primera escritora profesional de la que se tiene constancia en la historia. No la primera escritora, sino la primera mujer que vivió de escribir.

Christine de Pizan, la primera escritora profesional de la historia trabajó para los personajes más importantes de Francia

Su relación con las letras fue más allá de su propia obra, ya que regentó un taller de escritura donde se copiaban y se encuadernaban textos. Ella supervisaba y controlaba todo el trabajo. Pero lo importante es que su creación propia como escritora fue ganando en reputación y adeptos, y de esa formale llegaron encargos bien pagados que le permitieron ganarse bien la vida.

Escribió para varios reyes y para una buena colección de nobles y personajes adinerados, que le sirvieron de mecenas. El rey Carlos VI de Francia, Felipe II de Borgoña o la reina Isabel de Baviera fueron sus clientes, entre otros. Quizás porque trabajaba muchas veces por encargo su obra es heterogénea. Escribió sobre ética, educación, política, pero también poesía amorosa y de otros tipos. En definitiva, toda una humanista en pleno siglo XIV.

No sólo demostró su valentía al ganarse la vida como escritora, lo que ya fue un magnífico ejemplo para las mujeres de su época y épocas posteriores, sino que también las reivindicó. En el año 1405 escribió La ciudad de las damas (afiliado), una colección de relatos en los que las mujeres eran protagonistas y en los que hacía una defensa poderosa de ellas.

Además de esto, participó en importantes debates literarios, en los que siempre defendió el papel de la mujer. Su pelea era por el acceso a la formación de las damas, como ella misma había tenido, y aseguraba que sólo esa falta de formación alejaba a las mujeres de puestos y aportaciones más importantes.

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