He empezado a leer este fin de semana un libro recién publicado en España que me está pareciendo magnífico y en el que he descubierto lo que comparto con ustedes hoy. Es la historia de la frase hecha del inglés esto me suena a griego. Del libro les hablaré con más detalle en otra entrada, pero se titula Provocadores y paganos y es de Sara Bakewell (afiliado). Trata sobre el humanismo y los humanistas. Como les decía, estoy todavía arrancando con él, pero lo estoy disfrutando muchísimo.
William Shakespeare escribió su obra Julio César en torno a 1599. En el acto primero hay una conversación entre Casca y Casio, dos de los conspiradores contra el emperador, que se desarrolla así:
CASIO: ¿Dijo algo Cicerón?
CASCA: Sí, habló en griego.
CASIO: ¿Con qué fin?
CASCA: Pues que no os mire más a la cara si puedo decirlo; pero los que le entendieron se sonreían, moviendo la cabeza. En cuanto a mí, aquello estaba en griego. Puedo daros además otras noticias: Marulo y Flavio han sido reducidos al silencio por haber despojado de sus adornos las estatuas de César. ¡Adiós! ¡Más tonterías podría contaros si las recordara!
En la versión en inglés el texto aquello estaba en griego es it was Greek to me. Esta expresión se ha convertido en una frase hecha en el inglés actual que viene a indicar que alguien escucha o lee algo y no entiende nada. En español diríamos me suena a chino.
Por cierto, en mi libro sobre Historia de la criptografía, cuento cómo Julio César en las guerras de la Galia usaba el griego en algunas comunicaciones escritas, seguro de que si el mensaje era capturado, el enemigo no sabría leerlo.
Pero en realidad el origen de la frase esto me suena a griego está un poco más atrás en el tiempo de ese momento, rondando el comienzo del siglo XVII, cuando Shakespeare la usó en su obra sobre Julio César.
En el siglo XIV, y antes, eran pocos los hombres que sabían griego. Ya eran pocos los que sabían leer y escribir y, entre ellos, muy pocos sabían griego. Los copistas de los monasterios en la Europa occidental, que eran parte de ese pequeño grupo letrado, dominaban el latín pero no así el griego. A falta de imprenta, esos copistas eran la clave para que los textos fueran conocidos, traducidos, reproducidos y salvados para el futuro. Muchos de esos textos venían de la antigüedad y estaban en griego, pero los que los leían para reproducirlos o copiarlos no sabían griego.
Así, cuando un copista encontraba algo escrito en griego dentro de un texto que estaba copiando, a menudo ignoraba ese fragmento y escribía en su lugar graecum est, non legitur. Es decir, algo así como está en griego y no se puede leer.
Las órdenes militares de la Edad Media son algunas más de las que popularmente se… Leer más
Constantino I, conocido como El Grande, fue el emperador del Imperio romano entre el 306… Leer más
He estado leyendo en las últimas semanas un extenso e intenso libro sobre la historia… Leer más
Christine de Pizan fue una mujer veneciana nacida en 1364, aunque pasó la mayoría de… Leer más
Madge Syers fue una londinense que forma parte de la historia del deporte. Al ver… Leer más
La increíble historia de los naufragios del Invercauld y el Grafton no es sólo una… Leer más
Privacidad y cookies: este sitio utiliza cookies. Al continuar utilizando este sitio web, aceptas su uso. Para obtener más información, incluido cómo controlar las cookies, consulta nuestra política
Más info
Ver comentarios
Me recuerda el comienzo "Del sentimiento trágico de la vida" de Miguel de Unamuno. Tuve que leerlo en el bachillerato...
"Homo sum; nihil humani a me alienum puto, dijo el cómico latino..."
¡¡No pasé de la primera página!!
https://www.google.es/books/edition/Del_sentimiento_tr%C3%A1gico_de_la_vida/w8J8EAAAQBAJ?hl=es&gbpv=1&printsec=frontcover
José Antonio, pues fíjate que esa máxima es una pieza clave en el libro justo del que hablaba en el artículo. Es algo unido al humanismo: soy un hombre y nada humano me es ajeno, más o menos.
Gracias por comentar.
Gracias, en realidad si terminé leyéndolo, y me gustó mucho.
Lo siento, tenía que hacer la broma de la primera página...
Bueno, no siempre hay que acabar los libros que uno empieza. O no hay que acabarlos de un tirón tras comenzarlos. A veces hay que descansar.
Pero mira, si encima te gustó mucho... bien merece esa broma para recordarlo :)